ICOMEM

METABIOLOGIAS – EL CUERPO IMAGINADO DE CLAUDIA BONOLLO EN LA ZONA DE LOS DESAMPARADOS EN EL ILUSTRE COLEGIO DE LOS MÉDICOS DE MADRID (ICOMEM). EXPOSICIÓN PERMANENTE

La idea del camino, o del viaje, como imagen simbólica de la realización interior está presente en todas las culturas desde tiempo inmemorial. Así lo expresa el Camino de Santiago con los códigos propios de nuestra cultura. También la estructura cosmogónica del Árbol de la Vida cabalístico se recorre a través de los “32 senderos de la Sabiduría”, es decir a través de una geografía sutil, de la cual los lugares y santuarios de la geografía física son un reflejo, como es el caso también de los Tjuringas australianos, llamados precisamente “los senderos de lo invisible”. El propio Lao-Tse habla de ello cuando en el Tao-Te-King afirma que la vía del Conocimiento es “un camino de mil millas que comienza ante tus pies”… 

EL CAMINO DE LA VIDA – EXPOSICIÓN PERMANENTE DE CLAUDIA BONOLLO

CURAR LA MEMORIA DE LOS LUGARES – EL CAMINO DE LOS DESAMPARADOS SE CONVIERTE EN UNA RUTA DE LA VIDA

PRÓLOGO

En la travesía del dolor, se experimenta un acontecimiento paradójico: el instante aurático que precede el momento de la crisis. En ese instante el tiempo está suspendido. Toda duda e inquietud parece resolverse en una quietud suprema. Un instante que tiene la duración del relámpago en el cual el sentido de la existencia y la conciencia se duplican. Un minuto se revela en un segundo que se dilata hasta comprender una vida entera. A menudo la muerte, el pensamiento de la muerte y del dolor tanto personal como ajeno intensifica la vida, le otorga un sentido, nos devuelve la consciencia que nuestra existencia es preciosa en cada instante. El dolor es una pérdida de orientación. La orientación no sería posible sólo con los cuatro puntos cardinales y con referencias espaciales horizontales. Los navegadores se ayudaban con las estrellas. Es necesario mirar al cielo, a una dimensión vertical, ascendente, del cenit al nadir. Según como el hombre percibe esta dimensión vertical de su propia presencia en el mundo, sus dimensiones horizontales adquieren sentidos diversos. Las metabiologías son hierofanías. Algo de sagrado se vislumbra, el objeto se convierte en otra cosa potente, sin cesar de ser el mismo. La hierofanía hace posible la orientación. 

Extracto de la investigación EL CUERPO IMAGINADO de Claudia Bonollo

A todos los desamparados

Este lugar tan emblemático del Colegio de los Médicos tiene muchas historias, algunas muy dolorosas, como el destino reservado a los desamparados que me conmovió desde la primera vez que visité el espacio. 

Decidí entonces ofrecer un tributo a este lugar tan emblemático creando un recorrido con 14 obras, una suerte de narración específica pensada expresamente para el espacio, hecha de pequeños destellos cromáticos: obras de arte que ayudasen a convertir el lugar en un espacio sensible. Se trataba de sentir el lugar y de ponerse al escucha.

El jardín del corazón es una obra realizada en colaboración con Monamour Natural Design síntesis entre arte y naturaleza.

La célula transfigurada, su representación metafísica o su interpretación cromática adquiere el espesor de un cosmograma, el laberinto del cuerpo no es más un lugar de pérdida sino el lugar de un nuevo saber, con el cual podemos proyectar una realidad distinta, más empática.

La via recta consiste en no divagar ni a este ni a oeste, sino escalar la cumbre, tender al centro. Se trata de una interioridad luminosa y vertical que se opone a la espacialidad del mundo exterior. El simbolismo del centro se refiere a una especie de proceso alquímico de decantación y sublimación, donde las tinieblas mismas generan la luz. “Del plomo de la región del agua nace el oro precioso; en el cual conciencia y vida se funden”. 

La interioridad a la cual nos referimos no tiene nada que ver con los términos modernos de subjetivismo o nominalismo, ni con un imaginario contaminado por nuestra idea de irrealidad o fantasía. El mundus imaginalis o “Tierra celeste”, es un universo espiritual concreto, no un mundo de conceptos y paradigmas.

Ver las metabiologías orientadas según ese eje celeste es mirarlas en la tierra de Hûrqalyâ, verlas en fin a la luz del Ángel (H.Corbin, el hombre de luz en el sufismo iraní). La dimensión trascendente crecerá junto a la percepción visionaria (hiero gnosis).

Este trabajo que se identifica, “que se ensimisma en el otro” es un proceso entropático de vivificación que comprende la acción de meditar, concebir, imaginar, desear ardientemente. Crear con el arte es donar vida, construir un movimiento regenerativo.  

La imaginación intenta disolver la apariencia para permitir a las cosas de salir a la luz. Entregarse al misterio llenos de amor, para generar, para re-generar y re-generarse. La artista es, a la vez, creador y criatura. No podrá ser completa sin la segunda persona, sin el tú, es decir, sin la imagen que le otorga reflejarse, porque es con sus propios ojos y a la vez con los ojos del otro, como la artista se mira a sí misma.

pulmones – órganos imaginales – CLAUDIA BONOLLO – Icomem

FRECUENCIAS SONORAS

Dada la importancia del color en mi obra y de mi sensibilidad sinestésica, no podía ignorar las frecuencias sonoras de la música. En un principio pensaba de utilizar la voz hablada que varía en un margen de alrededor de doce tonos. Unificando las cifras que ofrecen los diferentes autores, podemos acotar la frecuencia de la voz masculina entre 50 y 200 hercios y la femenina entre 150 y 350 hercios. Cada imagen tendrá un código QR que irá a una nueva página web en construcción. Las obras expuestas se convertirán en un conjunto de 14 vídeos donde cada obra se difuminará en la siguiente con una banda sonora distinta según el enlace previsto.

Numerosas investigaciones científicas han demostrado que las frecuencias de sanación más frecuentes son 528Hz y 432Hz (esta última es capaz de mejorar el sueño, conservar la salud del cerebro, aliviar el estrés o potenciar la memoria), sin embargo, existe otra frecuencia sonora muy poderosa: la frecuencia 963 Hz, llamada la frecuencia de Dios que se considera en armonía con todo lo que existe. Esta frecuencia se ha utilizado desde la antigüedad en la música sagrada, como el canto gregoriano o los mantras hindúes, para inducir estados de paz profunda y conexión espiritual.

Los mantras y los cantos sagrados, basados en la repetición de palabras o frases, tienen la capacidad de concentrar la mente y llevarla a un estado de calma y quietud. El famoso “Om”, está sintonizado con la Frecuencia de Dios y es capaz de resonar en armonía con todas las células de nuestro cuerpo y con el entorno que nos rodea. Esta vibración sagrada tiene el poder de equilibrar nuestras energías y generar una sensación de paz y bienestar.

En la actualidad, la Frecuencia de Dios ha despertado un gran interés en diferentes campos, como la terapia de sonido y la música curativa. Se utilizan instrumentos como cuencos tibetanos o diapasones afinados a 963 Hz para inducir estados de relajación profunda y liberar bloqueos energéticos. Además, algunas personas han experimentado beneficios como la reducción del estrés, el aumento de la concentración y una mayor conexión con su espiritualidad. La terapia de sonido y la música curativa son algunos de los campos en los que se utiliza actualmente esta vibración divina con el fin de mejorar nuestra calidad de vida.