III – EPIFANÍA CELULAR

“ La Speranza non appartiene al futuro: appartiene all’Invisibile ”. Raimon Panikkar

“La Esperanza no pertenece al futuro: pertenece a lo invisible.” Raimon Panikkar

Pasillo de los desamparados:

EPIFANÍA CELULAR vídeo con frecuencia 963 Hz

RITUAL MUSIC: CANTO ARMONICO EN SOL vídeo con frecuencia 963 Hz

Dada la importancia del color en mi obra y de mi sensibilidad sinestésica, no podía ignorar las frecuencias sonoras de la música.

Cada imagen tiene un código QR que irá a esta nueva página web creada por la ocasión. Las obras expuestas en el recorrido de la ruta de la vida se convertirán en un conjunto de 14 vídeos donde cada obra se difuminará en la siguiente con una banda sonora distinta según el enlace previsto.

Cada video con las 14 obras tendrá una dimensión variable y distintas transiciones según la frecuencia sonora elegida. 

En un principio, pensaba de utilizar la voz hablada que varía en un margen de alrededor de doce tonos. Unificando las cifras que ofrecen los diferentes autores, podemos acotar la frecuencia de la voz masculina entre 50 y 200 hercios y la femenina entre 150 y 350 hercios pero, en un segundo momento, opté por la música que amaba. Encontré un programa que cambia las frecuencias transformándolas en frecuencias vibraciones empleadas en la musicoterapia.

FRECUENCIAS SONORAS

Numerosas investigaciones científicas han demostrado que las frecuencias de sanación más frecuentes son 528 Hz y 432 Hz (esta última es capaz de mejorar el sueño, conservar la salud del cerebro, aliviar el estrés o potenciar la memoria), están referenciadas también la frecuencia sonora 764 Hz (sonido utilizado en musicoterapia para armonizar el sistema nervioso) y la 852 Hz (esta frecuencia se usa para eliminar la ansiedad ya que contribuye a despertar la intuición y la fuerza interior).

Sin embargo, por esta obra en particular, elegí la frecuencia sonora más poderosa: la frecuencia 963 Hz, llamada la frecuencia de Dios que se considera en armonía con todo lo que existe. Esta frecuencia se ha utilizado desde la antigüedad en la música sagrada, como el canto gregoriano o los mantras hindúes, para inducir estados de paz profunda y quietud y por ende de conexión espiritual. El famoso “Om”, está también sintonizado con la frecuencia de Dios y es capaz de resonar en armonía con todas las células de nuestro cuerpo y con el entorno que nos rodea. Esta vibración sagrada tiene el poder de equilibrar nuestras energías generando una sensación profunda de paz y bienestar.

I/V obra:

Título: EPIFANÍA CELULAR

Dimensiones: 50 x 50 cm sobre lámina de metacrilato

El color es un elemento fundamental de mi trabajo artístico y de todas mis investigaciones. Me interesan los distintos aspectos que se hallan en el color, su infinitud semántica, su inaprensibilidad teórica, su dimensión multifacética aplicable a todos los aspectos de lo cotidiano…

El color ha sido siempre una de las herramientas cognoscitivas fundamentales para el artista, que lo ha utilizado para orientarse, para proyectarse en otra dimensión, de la dimensión trascendente abstracta bizantina-medieval a la biológica romántica, hasta las hipótesis multidimensionales formuladas por la física cuántica. Recurriendo a las infinitas iconografías y diferentes modalidades de colorear el mundo, es posible reconstruir la evolución de las metáforas acerca del destino del hombre. El color no es exclusivamente bidimensional, ni estático, no es una tonalidad o un matiz con el cual pintar paredes y superficies, o un agradable ornamento o únicamente decoración. Comparte una de las cualidades más interesantes de la metamorfosis, aquella de ser un mapa in fieri de infinitas estratificaciones. Como el cielo, a través los movimientos de los vientos y de las nubes, genera continuamente figuras, así la luz-color plasma el espacio con una cualidad particular. El color es también movimiento, reverberación, fruto de la contracción/dilatación de la luz, y posee las mismas cualidades que otorgamos a la arquitectura, es más, podemos ir más allá y afirmar que el color, en su esencia, es la arquitectura misma en su dimensión más fluida. No tengo una escala cromática definida. En los últimos tiempos me he interesado en los colores de la luz porque provocan reacciones emotivas inmediatas, pero me he ocupado, en épocas distintas, de los colores en el umbral entre lo visible y lo invisible, de los colores fosforescentes, de los colores inclasificables y de los colores “sin nombre”.

Los colores incitan a filosofar nos recuerda Wittgenstein… Todos los colores, encierran un universo muy amplio de significados. Que lo queramos o no, “el color sacude todo el cuadro inmóvil del lenguaje” (Barthes), así que ningún color es neutro en realidad. 

Las habitaciones cromáticas y los hologramas de color son el resultado de un proceso creativo inspirado por una incesante investigación sobre los estados de ánimo: el color-emoción se convierte en espacio, en un recorrido que se construye desde el interior. Es a la vez narración y contemplación, un instrumento para proyectar y construir nuestras meta-arquitecturas personales. Estas visiones surgen y son transformadas por el color y el color a su vez, nos provoca y nos transforma. El espacio cromático se convierte en ambientes sensibles, virtuales y mutantes, fugaces como pueden ser los pensamientos… Las narraciones cromáticas, vagamente hipnóticas, se transforman en paisajes personales e íntimos, espejos del alma, cartografías esenciales de nuestra consciencia.”