I – THE COSMIC CELL

EL CAMINO DE LA VIDA

« in ogni luogo vi è un centro del mondo » . Mircea Eliade

« en cada lugar se halla un centro del mundo » . Mircea Eliade

Primera parte – Entrada del Niño perdido – Ilustre Colegio de los Médicos de Madrid

Título: THE COSMIC CELL con música a la frecuencia de 963 hz

RITUAL MUSIC: música DUO SERAPHIM DE MONTEVERDI a la frecuencia de 963 hz

Lo que antaño fue un triste recorrido para los desamparados se convierte en mi propuesta artística en el proyecto de una nueva ruta de la vida, una suerte de camino renovado que pretende ser un acto de amor que cure la memoria del lugar.
Desde el principio, he pensado a toda la intervención – desde la entrada del niño perdido pasando por el pasillo de los desamparados hasta la ex-sala de Anatomía – como una suerte de constelación sensorial. 

Cada obra representa un punto preciso de esta geografía visionaria y cada una de las obras está pensada como una narrativa que une en un texto abierto – como en el lenguaje mitológico – todos estos puntos neurálgicos del espacio para dibujar una topografía regeneradora, un nuevo camino de la vida.

THE COSMIC CELL

Dimensiones: 100 cm de diámetro

La célula se ha convertido en una de las protagonistas de mi trabajo artístico y de mi investigación El Cuerpo Imaginado (2001-2024).

La he imaginado, estudiado, analizado, y, como una suerte de Orfeo contemporáneo, la he trasformado con nuevos movimientos vivificantes, la he seducido con luces y colores, la he curado en mis terapias personales, he admirado su belleza en mis historias de metamorfosis, movimientos y narraciones, la he transformado en espacios, arquitecturas e instalaciones multisensoriales a gran y pequeña escala en una búsqueda transversal que me ha permitido aprender de su belleza. 

Las células del cuerpo humano se convierten en mi investigación en metabiologías, paisajes interiores plasmados por el amor.

Surgen así, figuras sorprendentes a escalas distintas: arquitecturas, paisajes interiores, jardines recogidos, habitaciones de la memoria, vuelos, sueños, gemas dispuestas según un orden silencioso, extrañas criaturas marinas, espejos y reflejos, pequeños tesoros hechos de gotas de agua, cosmos florecidos como tributo a la vida.

De nuestras cartografías del ser se erigen límites, murallas, diafragmas, confines. En un ciclo incesante y transformador, de repente, aparecen islas, archipiélagos, océanos y fluidos…

Nuestras arquitecturas secretas se disuelven en vapores, se solidifican en piedras o se derriten en líquidos. Las imágenes afloran y se transforman en recuerdos, lugares-no lugares, tierras prometidas a las cuales queremos volver.

Son metabiologías.

FRECUENCIAS SONORAS

La frecuencia 963 Hz, empleada en el vídeo corto aquí presentado, es llamada la frecuencia de Dios ya que se considera en armonía con todo lo que existe.

Esta frecuencia se ha utilizado desde la antigüedad en la música sagrada, como el canto gregoriano o los mantras hindúes, para inducir estados de paz profunda y quietud y por ende de conexión espiritual.

El famoso “Om”, está también sintonizado con la frecuencia de Dios y es capaz de resonar en armonía con todas las células de nuestro cuerpo y con el entorno que nos rodea. Esta vibración sagrada tiene el poder de equilibrar nuestras energías generando una sensación profunda de paz y bienestar.

En la actualidad, la frecuencia de Dios ha despertado un gran interés en diferentes campos, como la terapia de sonido y la música curativa.

En ocasiones, se utilizan instrumentos como cuencos tibetanos o diapasones afinados a 963 Hz para inducir estados de relajación profunda y liberar bloqueos energéticos, se han experimentado además beneficios como la reducción del estrés, el aumento de la concentración y una mayor conexión con nosotros mismos. 

La terapia de sonido y la música curativa son algunos de los campos en los que se utilizan actualmente estas vibraciones sonoras con el fin de mejorar nuestra calidad de vida y nuestra salud.

En este trabajo vibracional se combinan las reverberaciones musicales y cromáticas.