METABIOLOGÍAS: LA RUTA DE LA VIDA

Creo que hoy más que nunca, y con mayor contundencia con respecto a otros tiempos, el arte, la investigación y la cultura son cada vez más importantes. Son un potente motor de la regeneración y del cambio, muy necesarios en la época en que vivimos.

La necesidad de lugares donde experimentar distintos niveles de bienestar es cada vez más urgente. Es fundamental volver a crear y pensar a verdaderos lugares de encuentro y de diálogo regenerador no solo como excusa para contrarrestar la soledad y la virtualidad de las relaciones en las redes sociales, sino también para incentivar otras formas de sentir que empleen nuevos recursos humanos. Naturalmente tendríamos que reformar todos los espacios o las ideas que tenemos de ellos: casas, escuelas, hospitales, edificios públicos e instituciones. Pero se puede empezar cuidando lo que tenemos a mano. No tanto abriéndonos a una concepción más extensa y sostenible de la ecología, palabra abusada hoy en día, sino también contribuyendo a potenciar una nueva ecología de la mente.

El arte juega un papel fundamental y no me refiero al arte egocéntrico que sólo explora su propia narcisística visión del dolor, que llega a convertirse en pornografía del sufrimiento, sino un arte generoso y más empático. Un arte más sensible y receptivo que sea, a la vez, creador y criatura. Será porque soy mujer, pero para mí el arte es una dimensión cóncava, de escucha.

Este lugar tan emblemático del Colegio de los Médicos tiene muchas historias, algunas muy dolorosas, como el destino reservado a los desamparados y a la triste ruta de sus cuerpos que nadie reclamaba. Esta historia me conmovió profundamente desde la primera vez que visité el espacio y decidí reconstruir este recorrido – ya invisible a los ojos de todos – para reconvertirlo en una Ruta de la Vida como para afirmar, desamparados, que nadie os olvida, este trabajo es un tributo a vosotros y a vuestras historias.

CURAR UN LUGAR Y SU MEMORIA

He creado entonces un corpus de 14 obras, una suerte de narración específica pensada expresamente para el espacio, hecha de pequeños destellos cromáticos: obras de arte que ayudasen a convertir el recorrido, en un espacio sensible con puntuales oasis donde meditar. Se trataba de sentir el lugar y de ponerse al escucha.

No querría sin embargo que fuera una ruta exclusivamente visual sino que se pudiese introducir otros medios. Por esta razón, he previsto que cada obra tenga un código QR que nos trasladará a un enlace donde la imagen convertida en una imagen en movimiento estará acompañada por una música con distintas frecuencias empleadas por la músicoterapia (desde la 432 hz a la 963 hz).

Agradezco sentidamente el Colegio de los Médicos en Madrid (ICOMEM) y en especial al Dr. Valero y su staff por la oportunidad que me han otorgado.

Es a todos los desamparados que han pasado por este sitio que dedico estas imágenes.

Claudia Bonollo (Sophia Cromatica)

OBRAS DE LA RUTA DE LA VIDA

A) LA ZONA DEL NIÑO PERDIDO – PRIMER TRAMO DE LA RUTA DE LOS DESAMPARADOS

Título: THE COSMIC CELL – METABIOLOGY

Dimensiones: 100 cm de diámetro – impresión digital HD sobre lámina de metacrilato

PASILLO

Título: LA VISIO SMARAGDINA O LA VISIÓN DEL CORAZÓN

Dimensiones: 120 cm de diámetro – impresión digital HD sobre lámina de metacrilato

B) PASILLO – SEGUNDO TRAMO DE LA RUTA DE LOS DESAMPARADOS

5 obras:

Título: EPIFANÍA CELULAR

Dimensiones: 50 x 50 cm – impresión digital HD sobre lámina de metacrilato

Título: LA PRIMAVERA: FORMACIÓN DE UN DESEO

Dimensiones: 50 x 50 cm – impresión digital HD sobre lámina de metacrilato

Título: LAS CÉLULAS ENAMORADAS

Dimensiones: 50 x 50 cm – impresión digital HD sobre lámina de metacrilato

Título: METAMORFOSIS (células regenerándose)

Dimensiones: 50 x 50 cm – impresión digital HD sobre lámina de metacrilato

Título: EL UMBRAL DEL VUELO VERTICAL

Dimensiones: 50 cm x 50 cm – impresión digital HD sobre lámina de metacrilato

C) ALPHA Y OMEGA – EX SALA DE ANATOMÍA – ÚLTIMO TRAMO DE LA RUTA DE LOS DESAMPARADOS